GOSICK RED Capítulo 4 Parte 4

 ---- Bueno, al mismo tiempo.

Un área de largos edificios al extremo sur, lejos de la Harlem ubicada en el extremo norte de la Isla Manhattan. 

Edificios de diseño simple, la carretera estaba oscura incluso al medio día. Reporteros en traje y camarógrafos iban y venían continuamente. (Newspaper Row), una esquina del distrito comercial donde se reunían compañías de periódicos.

Dentro de un sospechoso edificio de cinco pisos que parecía haber sido colocada en un valle de edificios...

—¡Estúpidos---!

Un grito despiadado resonó desde el interior de la oficina del editor en jefe.

Entonces, la puerta de cristal se abrió, y Nico y Rebecca salieron despedidos con las manos levantadas como si hubieran sido expulsados por una explosión. Golpearon a un reportero que había comenzado a espiar, llegaron hasta la pared del otro extremo del pasillo, finalmente deteniéndose.

El editor en jefe, un hombre apuesto, hizo su aparición. Las venas de su frente, hinchándose.

—¡¿Acaso no digo que somos un periódico sensacionalista todos los días?! Un artículo noble no encaja en esto! El objetivo es obtener el primer lugar en grotesco y vulgar. Aun así... Oye! Pregúntale a ese idiota de Kujo si le ha entrado una extraño insecto en la cabeza y abruptamente ha recordado que en su vida pasada ha sido Shakespeare! 

—¿Huh?... Wa, es un insulto demasiado largo como para recordarlo!

—¡¿Qué dijiste?! Jah, una sola palabra basta!... "!Tú, idiota!" Escúchalo bien! !Re-re-reescribeloooo! 

Desde detrás, Rebecca susurró algo a Nick que se ponía azul.

—¿Eh? ¿dijiste algo?

—¡Nick, escapemos!

—¿Eeeehhh? Escaparnos... en esta situación?! Rebecca!!

—No pasara nada.

—¿A dónde?! Bueno, supongo que tienes razón...?"

Nick fue arrastrado por Rebecca, corrió trastabillando por el pasillo. Su perfil sombrío cambiando a una de felicidad. El editor en jefe estaba sorprendido y abrió su boca grande, viendo marcharse a las grandes espaldas de las dos personas que se alejaban.

Reporteros ocupados que pasaban por ahí, veían la extraña escena, preguntándose qué había pasado.