GOSICK RED Capítulo 3 (El padrino y el lobo gris) Parte 1

NT.
Disfruten el capítulo como yo lo he disfrutado traduciéndolo. 
Gracias.


Amanecer del siguiente día.
El timbre del teléfono despertó a la encargada del apartamento. Se puso de pie desganadamente, se arregló el cabello rojo alborotadamente.
—Aquí... Calle Cranberry número 14… ¿Eh? Ah, cuarto piso...?
Dejó el auricular, abrió la ventana circular, y tiró la cuerda que llegaba a unirse a la ventana del cuarto piso.
La campana sonó en lo alto.
—...Sí! —Se escuchó la voz diligente de un joven.
—¡El teléfono...! ¡Otra vez la hermana…!
—¡Eh! ¿Ruri? Entiendo. ¡Lo tomaré rápido!
—¡Okay! —Bostezó.
La oscuridad de la noche aún persistía en el cielo. Los arboles de la avenida estaban coloreadas por la luz de la luna que se iba y la luz de la mañana. La atmosfera era agradable. Una vez más, soltó un bostezo.
Entonces se escuchó pasos apresurados descendiendo la escalera, acompañados de otros que eran más lentos… Oh parece que la señorita también bajaba esta mañana. Por primera vez en meses desde que se había mudado.
La puerta se abrió vigorosamente. Kazuya entró rápidamente y cogió el receptor.
—¿Halo? ¿Ruri? ¿Qué pasa tan temprano?
—¡Acaba de suceder algo grave! ¡Ven rápido…!
Kazuya escuchó del receptor las mismas palabras que escuchó el día anterior.
—Ruri...? Sí, ¡Llegaré rápido! —Kazuya asintió, preocupado.
Victoria entró llevando su pijama adornado con volantes de muselina.
(Espera...?)
La encargada miró a los dos, comparándolas.


--Greenwich Village, un área residencial de lujo.
La magnífica mansión de la familia Mushanokouji. Delante de él, una estatua de león.
Aunque la bicicleta venía con intensidad, como si volara en el aire, se detuvo abruptamente. Kazuya y Victoria saltaron. Victoria tropezó y estuvo a punto de caer, Kazuya la sostuvo. Corrieron por las gradas. Victoria extendió su delgada mano y tocó la puerta.
Apareció Rurí. Tenía la expresión pálida, muy distinta de la de ayer.
—¡Kazuya-sama! ¡Victoria-san! ¡No entiendo cómo pudo suceder esto...! —dijo arrojándose sobre ellos.
Ambos la sostuvieron y entraron al interior.
Entraron al cuarto del primer piso. La cama en la que dormía Rokushou desde siempre... estaba vacía esta mañana.
La ventana estaba roto desde el exterior, en el suelo estaba esparcido fragmentos de cristal...!
Ruri, mientras temblaba, dijo:
—Desapareció durante la noche... alguien entró por la ventana, secretamente y sólo se llevaron a Rokushou. Pero, quién, ¿y por qué se lo llevaron precisamente sólo a él?
Kazuya se acercó a la cama infantil. Encima de la almohada brillaba algo plateado. Alargó la mano y lo cogió. Victoria gimió.
Aquello era...
...Una bala con el grabado de una banana!
Los labios de Victoria temblaron.
—Imposible, vinieron a la casa.
—...Victoria-san, ¿recuerdas algún criminal que pudo hacer esto? —preguntó Ruri con la cara pálida. Victoria resistió algo con la cara inexpresiva. En cambio, Kazuya asintió dolorosamente.
—Sí... Ruri... A decir verdad, ayer Victoria recibió una solicitud de investigación en la agencia, el sujeto era un integrante de la mafia Italiana. En venganza, ésta es su forma de amenazarla...
—“... Nuestra organización no elige medios,” dijo.

Ruri perdió el aliento.
Kazuya, para descartar la posibilidad de que Rokushou se escondiera en alguna parte, buscó bajo la cama, dentro del arcón y el closet, detrás de las cortinas, al final comenzó a buscar en los cajones. Sin embargo, Rokushou no estaba por ningún lado.
Al final fueron a la sala. Ruri terminó por sentarse en el sofá. Victoria con la cara pálida, le daba conversación de pie.
Victoria se dirigió a Kazuya.
—Ya sé... Aunque sea temprano, llama a Nico. Él está bien informado sobre la Little Italy, ¿cierto? —susurró.
Kazuya fue hacia el teléfono.
Sobre la mesita de la sala estaban periódicos y revistas. Victoria los miró y silenciosamente se puso la pipa en la boca. Pensó con los ojos fríos. Aunque estaba inexpresiva, parecía como si ahogara su ira.
—Ah! Imposible... El criminal está entre las personas del bajo mundo, es inútil reportarlo. Corre el rumor de que la policía de New York está coludida con la mafia. ¿Qué podemos hacer...?
Victoria asintió. Ruri Alzó la cabeza y repentinamente:
—Victoria... ¿Sabes quién es ese tipo?
Victoria no respondió. Levantó lentamente la pila de revistas de la mesa. Kazuya volvió a la sala. Victoria como un rugido de las profundidades del infierno, dijo:
—Desafortunadamente él estaba detrás de la ventana del vehículo, no le vi bien la cara. Pude haber confundido sus inquietantes ojos. Pero no tengo dudas de la verdadera naturaleza de aquel hombre...
Abrió la revista The Wall Street Journal, The New York Times, Time, Newsweek ¬— revistas y periódicos. En todos ellos estaba la fotografía de un hombre, victoria apuntó con un dedo a las fotografías.
El hombre posaba siempre con el perfil izquierdo. Ojos como la boca de un arma. Una figura excelente y un cuello robusto. Un estilístico sombrero y una bufanda de cachemir fino.
----Kazuya y Ruri intercambiaron miradas.
Victoria estrechó sus ojos verdes, escrutando las fotografías.
—El padrino de la Little Italy... el filántropo de la mafia Italiana. El poderoso padre de la venganza...
Kazuya y Ruri tragaron saliva y guardaron silencio.
—El mismísimo jefe Garbo.
Ruri negó lentamente.
—Imposible... —susurró—. ¡Imposible...! ¡No tenemos ninguna relación con él! Pero vino expresamente a la agencia...? ¿A buscar a Victoria-san? ¿Pero por qué?
Kazuya, Ruri y Victoria intercambiaron miradas.

Dejaron Greenwich Village, yendo al sur de la isla manhattan, hacía la Little Italy.
De los refinados edificios, cambió a un colorido escenario de colores rojos y verdes.
Kazuya pedaleaba la vieja bicicleta y Victoria montaba detrás.
Nico se acercó a ellos rápidamente.
—¡Maldición, ¿Qué pasa?! ¡¿Acaso escuché que la mafia secuestró al niño de un ciudadano?!
Café y restaurant, bar, tienda, escuela. Entre varios otros edificios tenían delante de ellos a una imponente iglesia de estilo gótico que se alzaba al cielo. Sus ventanas coloridas, y de decorados rosas, brillaban sublimemente. Una cruz en lo alto de la aguja de su torre.
Una extensa área y arboles altos. Cuando se acercaron, el aire rápidamente pareció volverse pesado.
Se detuvieron delante de un edificio de cuatro largos pisos y de diseño simple que estaba opuesto a la iglesia.
Kazuya miró sombríamente a lo alto del edificio.
A diferencia de la iglesia, este edificio estaba cercado de barrotes y ventanas cuadradas y simples. A una mirada más detallada, sus esquinas poseían tallados raros y de otro mundo, pero generalmente todo de él era de un diseño simple. Alrededor existían todo tipo de edificios de diseño antiguo.
En la entrada estaba puesto un letrero que rezaba: Italian Furniture Sculpture Importers Association. Autos negros alineados en la calle principal... a primera vista luce como una tienda común de muebles mayorista.
—...Aquí está la oficina del Jefe Garbo —dijo Nick, disgustado—. Esta tienda de muebles parece ser sólo una tienda de muebles, ¿no? Cuando se abrieron las tiendas en la Litle Italy, se decidió tácitamente comprar los muebles y las bajillas en este lugar. Incluso el restaurant de la familia Sack...
Nick miró intensamente al edificio y continuó:
—La mamá de Rebecca siempre lo dice. En la tarde viven y pretenden ser un comerciante de muebles, pagando impuestos bajos, y ¡en la noche son gánsteres! Éste es el estilo de vida soñado por los jóvenes en esta ciudad... imposible de creer. Yo también, así que... todos de la familia Sack... por supuesto pensamos lo mismo! Por eso... hay un mejor sueño en algún lugar, por eso estoy en la compañía de periódicos...
—Sí...!
—¡Mira! No hay nadie en la calle principal, ¿cierto? Todos lo rodean por las calles adyacentes. ¡Los pastores y los creyentes entran y salen de la iglesia por la puerta trasera! ¡Podrían morir por una bala perdida! Si entras sin permiso, en sólo cinco segundos podrías acabar como un panal... En cinco segundos... oye, ¿no me escucharon?
Nick extendió las manos en desesperación hacia la figura de Victoria que caminaba hacia la entrada del edificio.
Sus pasos resonando en el concreto, su cabello plateado meciéndose por la acción del viento del invierno. Su pequeña cara guardaba determinación, pálida en el aire de la mañana.
Kazuya miraba la delgada y pequeña espalda de Victoria. E intentando detenerla, empezó a extender lentamente la mano, pero... con una determinación desconocida, asintió, soltó la bicicleta, y siguió a Victoria.
Esto era instintivo... como la natural decisión del agua para deslizarse de una pendiente.
La bicicleta, vieja y usada, al cual Kazuya daba mantenimiento todos los días, cayó al suelo e hizo un sonido, rompiéndose. Pero Kazuya lo ignoró, sin preocuparse siquiera, en su mundo “no había nada sino Victoria.”
Su cabello azabache meciéndose en el aire.
Caminó al lado de Victoria.
Dio un paso hacia adelante, buscando proteger a Victoria, se adelantó ligeramente.
No importaba quien cogió la mano a quien, o quién la tenía fría.
Así, abrieron la puerta de dos hojas y entraron. Nick, los miraba.
—Cinco, cuarto... tres ¬—empezó a contar, temblando.
—¡¿Acaso ellos quieren morir?!... no hace poco llegaron cruzando el largo océano... dos...
Y entonces.
—¡Uno!
Un estallido secó de balas resonó en la puerta.
—¡AH! ...Mierda, ¿!probablemente ya estén muertos!? —gritó, instintivamente dando la espalda al edificio.
Al mismo tiempo que se producía el estallido, Kazuya protegió a Victoria, cubriendo su pequeño cuerpo.
Confirmando que el sonido se detuvo, levantó la cabeza.
Desde el suelo se levantaban delgadas líneas de humo.
—Está bien. Fue un disparo de advertencia ——dijo Victoria con voz ronca.

—Sí. Pero... tienen puntería pero también son imprudentes, ¿cierto?
—Fufu —rio Victoria—. Así es.
Su voz convirtiéndose tensa.
Kazuya asegurándose de que Victoria estaba bien, miró a los alrededores.
Sombrío a tal grado de ser inquietante. Un almacén de cuarto pisos con el medio hueco hasta el techo, en las esquinas de cada piso se distribuía escritorios, sillas, estantes, bajillas, floreros, cuadros, entre otros. Muchas sillas y mesas del mismo diseño estaban amontonados.
 En cada esquina había ostentosas esculturas y figuras de yeso. Al parecer artículos en venta. Diosas medio desnudas, ancianos con alas en la espalda, unicornios de oro. Como la clase de coso que se encontraría en la entrada de un restaurant o bar.
Una escalera robusta y simple subía los pisos, dos, tres, hasta el cuarto.
Desde los barandillas varías armas apuntaban decididamente a las cabezas de Victoria y Kazuya. A las sombra de las esculturas, varios hombres vestidos de negro, sostenían sus armas, listos y vigilantes.
Kazuya se puso detrás de Victoria, protegiéndola. Detrás, Victoria rio.
—¡Espera! ¡¿Por qué te ríes en este momento!
—Ponte a pensar, Kujo. Recordé que sucedió una situación similar hacia diez años.
—¡¿Eh?!
—También lo recuerdas, ¿cierto? El caso de Queen Berry.
—¡Sí! Lo recuerdo perfectamente... Pero Victoria, este no es lugar para pensar en recuerdos, ¿cierto? ¿Son más de diez personas que nos apuntan en la cabeza? Parecen tener balas que podrían penetrar fácilmente un cuerpo... Victoria... ¡detrás de mí no estás tan segura! Que pasa sí te pasa algo, ¡qué haré...! ¡Qué haré...!
—...Kujo.
Victoria, viendo a su perfil que se había vuelto pálido, dijo:
—Hemos estado juntos por largo tiempo. Dios santo, algunas veces es irritante.
Kazuya cerró la boca, ganando dominio de sí mismo.
—Por supuesto, aquel encuentro fue el destino.
Con la mirada directa y cargada de una obediencia que no había cambiado desde que era chico, miró a la pequeña ama, victoria.
—Es porque soy un hombre, que quiero protegerte, sólo eso. Ese día, en esa torre, te encontré, una flor secreta. Si lo pienso, fue toda mi felicidad. Soy el hombre más afortunado de todo el mundo. Mi misión es seguramente muy larga.
—Lo entiendo muy bien. Pero, ahora eres un obstáculo, así que apártate.
—... Eh? ¿Obstáculo? ¿En este momento? ¿Por qué estás diciendo esas cosas? No te entiendo —Protestó Kazuya.
Al no recibir respuesta, preocupado, acercó la cabeza, Victoria, se cubrió con sus dos pequeñas manos las mejillas que por alguna razón estaban rojas.
Notando la mirada dudosa de Kazuya, agachó más y más la cabeza en vergüenza. Con un innatural movimiento se dio la vuelta.
—¡K-kujo, no mires para este lado!
—¿Qué te pasa? Tienes el color de la cara algo raro. Déjame ver un momento...
—¡Mantén tu distancia! ¡Ahora mismo! ¡Vete hacía el otro extremo del mundo! ¡E-es una orden!
Antes de que Kazuya siquiera pensara en levantar la rodilla, ella le pisó los dedos con sus afilados tacones.
Kazuya saltó en silencio.
Entonces las ametralladoras bananas se movieron.
Kazuya, soportando del dolor, rodeó a Victoria y se para otra vez al lado de ella. Protegiéndola con decisión.
Victoria se dio cuenta que había estado manteniendo la respiración. Exhaló lentamente.
Kazuya también miró alrededor, alerta.
—Venimos a ver al Jefe Garbo.
Su voz ronca como la de una anciana, resonó en la estancia. Los gánsteres murmuraron entre ellos.
—... Bastardos, ¿quiénes son?
—¡Quiénes son!
—¡Digan sus nombres!
Las voces eran una mezcla coloquial degenerada del italiano.
Victoria bufó por su pequeña nariz y rio. Sacó su pipa dorada, lo encendió y fumó de él.
—Soy el Lobo gris... su maldito jefe me busca.
El murmullo de los gánsteres acrecentó.
Victoria se sacó la pipa de la boca, y sonrió ampliamente.
—Su forma de convocarme es un poco ruda. Por supuesto, su jefe no tiene honor, pero vine expresamente por eso. ...¡Gánsteres incompetentes! Si no quieren que les muerda la garganta con mis afilados dientes, y caigan al más rojo infierno, bajen esos no sé qué juguetes al suelo. Entonces informen a su jefe. La mejor mente está aquí.
Un silencio de perplejidad comenzó a extenderse.
Inmediatamente después...
Una a una, las armas bajaron. Aunque aún se mantenían mirando a este lado. Aunque Kazuya sudaba frio, miró a Victoria, fingió compostura y enderezó el cuerpo.
Victoria, tímidamente, dio un paso hacia adelante como una prueba.
...Estaba seguro. Ya no se escuchó disparos.
Victoria dio un paso en la escalera, luego otro, comenzando a subir la escalera. Kazuya se unió a ella. No se oyeron disparos. La expresión de Victoria no cambió para nada. Fumando arrogantemente, subió la escalera como rodeada por un sequito real.
Segundo piso.
No se oyeron disparos.
Tercer piso. Entonces... subiendo al tercer piso...
Todavía con vida.
Gánsteres de traje negro estaban parados encima de los escritorios, de las sillas, alineados como estatuas... sonreían mientras mostraban, orgullosos, sus armas, esperando que hicieran algún movimiento extraño apara abrir fuego.

Kazuya se dio cuenta de que tenían los mismos años que él. Pero tenían el mismo aspecto de las víctimas de los asesinatos y los personajes que aparecían en la serie del periódico. Eran ordinarios jóvenes italianos... Pero ahora sostenían las armas de la civilización, mirando amenazadoramente en este nuevo mundo dejado por la segunda tormenta. Kazuya miró al sueño imposible de los gánsteres...
Las palabras de Nico resonaron en su pecho.
(¡Gánsteres…!)
(Los jóvenes de esta ciudad, creen en este tipo de sueño… pero sin embargo no hay nada de bueno en este sueño… y… en la compañía de periódicos…)
(Nada de… bueno…)
—…¡Kujo!
El susurró de Victoria lo trajo a la realidad.
Llegaron al cuarto piso, de una forma y otra aún vivos.
En medio había una fuente de miniatura con ángeles y diosas de tizas. En el muro estaban alineados cabezas de ciervos y búfalos. Del techo colgaban innumerables lámparas en formas de araña y rosa, iluminando tenuemente.
La enorme cabeza de búfalo se acercaba… o parecía hacerlo, el muro se convertía en una enorme puerta de madera.
Desde detrás de la puerta… apareció un hombre vestido con un traje negro.
—…!Oh! ¿No es la impertinente, perezosa, obstinada, la donnadie pequeña del teléfono. ¿Trajiste al gran Lobo gris contigo?
Era el hombre que se había llamado a si mismo John Smith. Aunque ayer tenía la expresión fría y hosca, ahora había cambiado y llevaba una sonrisa en la cara.
Curvó los labios y dejó salir una carcajada.
—¿Aquel chico asiático es el poseedor de la “gran mente”?
—No, estás equivocado… —Victoria sacudió lentamente la cabeza—. Yo soy al que llaman el Lobo Gris.
El hombre, feliz, levantó los hombros.
—¿Al final lo confiesas? Aunque nuestro grandioso Jefe lo sabía.
—Yo también reconocí su verdadera naturaleza rápidamente. En pocas palabras, este duelo estaba parejo, así que llama a ese jefe.
—Hmmm… sorpresivamente determinada. Eres una niña agresiva.
—Ni… ¡¿Niña?!
Victoria se enojó seriamente. Kazuya colocó una mano en su hombro.
John Smith añadió con malicia:
—Niña, ¿entiendes la razón por la cual nuestro grandioso jefe fue expresamente a ese edificio?
—A quién le importa. Tal vez era su día libre, de vuestro grandioso jefe.
—…mostrar coraje en estos momentos, en verdad eres una niña interesante.
El hombre sacó un cigarrillo y lo cogió con los dientes, riendo en todo momento.
Los gánsteres comenzaron a rodearlos y prestar guardia. Victoria se mordía los pequeños dientes.
—Existe el rumor de que un detective bien dotado llegó a New york, el rumor se murmura en el bajo mundo.
—¿Rumor?
El hombre soltó una risita.
—Entonces, en estos dos meses, cada vez que ocurría un incidente aparecía alguien y lo resolvía al instante. Nosotros también escuchamos los rumores de dicha persona misteriosa que actuaba en la sombra. Por alguna razón no mostraba su nombre, ese detective refinado.
—…
—De acuerdo a esos rumores, esa persona… era un nuevo detective que tomó por nombre “la gran mente,” que al terminar la segunda tormenta vino al nuevo continente, un pobre inmigrante… viviendo, casi escondiéndose, con su compañero en un pobre departamento de inmigrantes en la ciudad judía… Entonces, de acuerdo a nuestro jefe…
— ?
—Una remanente del viejo mundo, una maravillosa y prodigiosa mente…
Victoria Bufó.
—¡Tonterías! —fingió no saber.
Kazuya se esforzó en no cambiar de expresión. En cuanto a Victoria, mientras fumaba de su pipa, dijo:
—No soy más que uno de los innumerables detectives que existen en la isla Manhattan. Pero los hombres algunas veces sueñan con ayudantes de poderes invencibles. Mientras más inestable sea la persona, esa tendencia crece. Porque las personas, dependiendo de su situación, no pueden escudar sus mentes.
Era un susurro cargado de sarcasmo. Una línea de humo se levantaba de su pipa, ondulándose gradualmente hasta llegar al techo.
John Smith que había guardado silencio, dijo:
—…Tú que utilices cualquier clase de poder para resolver casos no nos interesa. Pero, una cosa… si rehúsas nuestro pedido, pasará malas cosas.
—!
—¿Te diste cuenta? Hiciste un error, niña. ¡Pese a que el Jefe vino personalmente a buscarte, tú, una muchachita impertinente te rehusaste! ¡Pensaste que nosotros permitiríamos eso? Tonta… por eso… recibirás tu recompensa por tu arrogancia. En otras palabras…
—…!Rokushou! —Dijo Kazuya plantándose al lado de ella.
Inmediatamente los gánsteres le apuntaron con sus armas, presionando los cañones en el hombro, el pecho, y la espalda.
—¡Devuélvanoslo! ¡Envolver a un niño en este asunto, esplendidos adultos están hechos!
—¿Esplendidos adultos? Jaja. ¿Conoces aunque sea un poco la ley de la Mafia, joven?
El hombre inmóvil en su postura de perfil, movió sólo los ojos, miró Kazuya.
—Ley…
—Nosotros fuimos en un principio un grupo de inmigrantes sin nombre, al igual que ustedes. Gente reunida en el gran continente… vivíamos separados, éramos demasiado débiles. Entonces construimos la ciudad Italiana, formamos nuestra mafia artificial. Nos ayudamos unos a otros en nuestra organización. Alguien es asesinado y nosotros lo vengamos exponiendo nuestras vidas. ¿Es porque es nuestra familia? En favor de proteger nuestros derechos mutuos, cargamos una responsabilidad. Si alguien traiciona nuestra organización, no sólo él, sino su familia, esposa, hijo, todos, serán asesinados como regla.
—…!
—¡Quienes vinieron después de la tormenta, los nuevos inmigrantes! ¡Bienvenido al mundo oscuro que hemos creado! ¿No están agradecidos?
Kazuya se mordió los labios, apretando los puños.
—¡Ku! ¿Qué han hecho con Rokushou…? ¡¿Dónde está ese niño pequeño y lindo…?!
John Smith mordió su cigarrillo. Victoria no se movió.
—Nuestro jefe desea ver el talento de la “gran mente”. Si quieren ver al niño de vuelta, la cosa es simple. Capturen al culpable del Caso de Asesinatos de Gánsteres.
—…
—¡Hay un límite de tiempo! Hasta la entrada del sol de este día…
—¡¿Qu-?!
—El niño mantendrá la vida hasta entonces, hasta que encuentren la identidad del criminal. Como sea, la ley es absoluta.
—¿Qué es lo…
—Les daremos una escolta.
—¿Escolta? Esa cosa es innecesaria.
—Si trabajan para la mafia, pueden ser atrapados por otra mafia. Sólo por si acaso. Pero también servirá para vigilarlos. .. oh? ¿Carlos? ¿lo harás tú?
Al escuchar ese nombre, Kazuya se dio la vuelta.
Un joven de baja estatura inclinó la cabeza, sin expresión. Miró con admiración a Jonh Smith.
—¡Carlos Coppo! El de la cuarta entrevista…? —Murmuró Kazuya inconscientemente. Al lado, Victoria alzó la cabeza y miró al joven, su rostro frio como la de una muñeca.
Carlos dio un paso adelante y dijo con entusiasmo:
—¡Yo le he conocido antes! Es un reportero. Conozco su carácter también, es fácil monitorearlo. ¡Lo haré! ¡Lo haré yo! ¡Déjeme hacerlo, por favor, señor Smith! ¡Te mostraré que puedo hacerlo!
John Smith asintió lentamente.

Descendieron la escalera del almacén.
Aunque los ojos de los gánsteres y la boca de sus cañones le seguían, Victoria bajaba con orgullo. Al lado, Kazuya caminaba, alerta.
Carlos les seguía caminando vulgarmente y con las manos en los bolsillos.
Salieron por la puerta de entrada, y al momento que salieron a la ominosa calle libre de personas, Victoria dobló el cuerpo.
—Victoria —Murmuró Kazuya.
—¡¿Hasta la entrada del sol?!
—¡Victoria, nosotros encontraremos al asesino serial! Recuperaras a Rokushou… Oh, primero llamemos a Ruri y pongámosla al tanto de todo.
Kazuya y Victoria se susurraban entre ellos y Carlos trataba de escucharlos al lado. Escondido detrás de la sombra de una boca de incendios, aunque con medio cuerpo expuesto, Nicholas Sack, corrió hacia ellos mientras agitaba ambos brazos.
—¡Hey! ¡Es sorprendente que hayan salido vivos! ¡En verdad sorprendente! ¡Tampoco tienen agujeros! …Dios, gracias! ¡Aunque no creo en él!
Se dirigía al frente de la iglesia, mientras gritaba… reconoció a Carlos, arrugó las cejas.
—…¿eh? ¿Carlos? Ha sido un tiempo. ¿Pero qué haces aquí?
Carlos alzó la cabeza y encontró a su amigo de la infancia. Sus labios se torcieron, intranquilos.
Desde las calles aledañas podía escucharse venir las voces de niños y automóviles, escuchándose los ruidos de los motores.
Sólo en la main Street, frente a la Italian Furniture Sculpture Importers Association, se estaba mortalmente silencioso, sin personas, sin autos o figuras.
El viento del invierno agitaba las hojas de los árboles que adornaban la calle…

Comentarios

  1. Me encantó, muy lindo. Gracias por traducir.

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  2. mil gracias por traducirlo, es la única pag que se dedica aunque sea de a poco a ir haciéndolo
    .

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  3. Hola!! muchas gracias por traducir Gosick, he ido leyendo poco a poco en el idioma que lo encuentre, Español un poco, algunas novelas en inglés otras hasta en Chino con ayuda del traductor de google jajaja ¿sabes donde se puede leer Gosick Pink y Gosick Green? solo he encontrado Red y Blue hasta ahora no importa en el idioma que sea.
    Saludos!

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    1. hola! Las únicas traducciones que he encontrado están en chino. GOSICK PINK y GREEN no las he encontrado traducidas a ningún idioma, tampoco en japones. ;(

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    2. ¿De casualidad son las traducciones de Gosick Green y Pink que están por ahí en baidu? Son las unicas que he encontrado y no están completas las novelas tampoco pero ahí hay una buena parte de sus episodios aunque algunas paginas están escaneadas directamente del libro (El traductor chino compro la novela física en japones)

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    3. hola! De hecho, estoy esperando que los traduzcan para poder leerlos en el traductor de google, !Sé poco de chino! ;(
      He estado buscando las raw japonesas de las novelas sin mucho éxito, la única que he encontrado es de Gosick red, Gosick blue la he encontrado en coreano. De hecho esas paginas escaneadas me interesan para poder traducirlas, si aún recuerdas el link, me lo podrías pasar?
      gracias!

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  4. Lo que encontré no se si son scans en japonés o en chino pero de todas formas te mando los links que encontré para las novelas:
    GOSICK Pink:https:// tieba.baidu. com/p/ 5569043488
    GOSICK Green:https:// tieba.baidu.com/ p/ 5818039811
    es mejor abrirlas en el computador y no celular por si acaso en el celular la página te obliga a descargar la app para seguir navegando.
    Hay una app de traductor de google para traducir imágenes si sabes poco Chino eso puede ayudar.
    Igual aquí esta algo de Gosick Pink en otro formato:
    https:// zhikanlouzhu. com /post /tieba/gosick/174809/1.html
    Te separe los links en caso de que no permita enviar el mensaje con las direcciones.

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    1. He andado buscando si las novelas están en otro idioma que no sea chino pero ni en Alemán, Japonés, Coreano, etc encontré nada hasta ahora (que son los idiomas donde más he visto fandom) el fandom francés, inglés e español parecen estar interesados en anime y manga más que nada hay muy poca novela de Gosick en otor idioma que no sea el chino y New continent ni hablar no parece haber muchos interesados en las novelas :c

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    2. hola y gracias por el material! y disculpa por la respuesta tardía. veré que hago con el material. he estado pensando en traducir las versiones chinas en google y luego corregirlas, pero me parece un trabajo más pesado. Al traducir del chino al ingles y luego al español se corre el riesgo de deformar demasiado el trabajo original, pero es una opción mientras encuentro una mejor opción. Gosick blue la traduciré del coreano, por ahora es mi mejor opción. Gracias!

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  5. Buen capítulo, empece a leer en este blog hace poco así que voy dejando los comentarios...se me hace que ese jefe mafioso es otro loco que quiere secuestrar a Victoria y quedarse con ella pobre no puede vivir en paz. Al menos esto es 1930 y él epílogo de la serie anterior es en 1934 y todo estaba bien. Como que la administradora no esperaba verlos a ambos en pijama?
    Por otro lado Kujo en este episodio: "siempre es un gran momento para ponerse romántico"

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